viernes, 26 de junio de 2015

Notas acerca de la Fotografía X - Las Fotos Mentales

Hay veces, y son muchas estas veces, en las que pienso que verdaderamente, las mejores fotografìas, no están hechas con la cámara. La fotografía genera, en general, en el fotógrafo, movimiento. Uno sale a hacer fotografías, y la mente se mantiene así en movimiento también. Lo que quiere decir que aún cuando no carguemos la cámara, la mente sigue haciendo fotografías igual, el proceso nunca se detiene, digamos. El fotógrafo no es fotógrafo sólo cuando carga su cámara, uno anda haciendo fotos la mayoría del tiempo, incluso, inconscientemente. Recuerdo una frase de Milan Kundera: "la memoria no guarda películas, guarda fotografías". Porque la luz, y al mazo.


Hacer fotos es un acto tanto voluntario como involuntario. Es más, tal vez la cámara restringe el proceso creativo de la mente al producir imágenes; no fotografiamos lo que vemos, sino cómo lo vemos. Y lo recreamos (o lo intentamos al menos) a través de las posibilidades técnicas que nos provee y permite la cámara. En esa recreación de las imágenes a traves de la fotografía, el fotógrafo ensaya siempre todos los puntos de vista posibles para tal empresa. Y el movimiento es obviamente la principal herramienta para lograr todos los puntos posibles para satisfacer la imaginación (como proceso de creación) de una foto. De hecho,  un fotógrafo está dotado, creo yo, con la capacidad de prever un punto de vista de una fotografía;  o tal vez sea el mismo proceso de satisfacción que lo lleva a la búsqueda, al movimiento. De todas las fotografías mentales que suelo hacer, las que más disfruto particularmente, son las que están hechas desde el auto; cuando manejo, para ser más explícitos. Quién no ha ido de acompañante?, o de viaje en un bondi mirando por la ventanilla!, haciendo fotos mentales.....?. Porque la luz.

Hay momentos en que la luz dibuja en nuestras mentes fotografías únicas, que tal vez no podríamos reproducir con la cámara; y que por el momento y la situación del momento además, es imposible que pudiésemos disponer siquiera de una cámara fotográfica. Salvo la mente. Estas fotografías, estos momentos son únicos para el fotógrafo, son para atesorarlos verdaderamente. De estos momentos también está hechao se hace también la fotografía. Incluso, hay algo allí que sucede de forma intensa también cuando se fotografía. Recuerdo una escena de La Vida Secreta de Walter Mitty, cuando el personaje de Ben Stiller se encuentra con el de Sean Penn; a punto de fotografiar al leopardo de las nieves, una toma que buscaba desde hacía años, y al momento de disparar, no lo hace, y en el medio del diálogo que surge entre los dos personajes, Sean Penn dice: "a veces no lo hago, si disfruto de un momento sólo para mí, personalmente, no me gusta tener la distracción de la cámara, simplemente quiero formar parte de él".



La foto mental representa para mí la llama del proceso creativo y por qué no?, desde donde surge luego el sentimiento de la fotografía mismo casi. Uno puede dar cuenta de la intensidad con la que se relaciona con la fotografía a través de estos ejercicios involuntarios de producir fotografías todo el tiempo. O simplemente, no puede dejar de hacerlo. El ojo fotográfico, la mente fotográfica, no descansa, aún cuando descansa. Como decía Kundera, la memoria guarda fotografías. Guarde usted también esos momentos como el de Sean Penn; antes, durante y después de una fotografía. Disfrute el proceso creativo.

Si ya ha alcanzado la cima de una montaña, no se apresure en bajar para contarles a todos que la alcanzó; atesore ese momento, guárdeselo, nadie le dará más valor que usted, y no representará para nadie lo que representa para usted. Viva el momento. Disfrute de la fotografía.

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