jueves, 11 de enero de 2018

(Des)Orden del Tiempo


Los finales de año suponen un desorden de la idea del tiempo. 
Por un lado, 
aquellos que pueden planean las posibles vacaciones de verano, 
lejos de casa, 
en un sitio más bien caluroso, que tenga mar. 
Por otro lado, 
la cosa todavía no termina, 
hay exámenes finales, y otras cuestiones que se le parecen 
siempre desde la perspectiva de lo terminal.
Uno está yendo y viniendo por las noches,
 o en esos momentos donde la mente se pone en pausa,
se imagina en la playa, y al segundo siguiente 
recuerda el temario del examen de matemática ese lunes. 

Comienzan a apresurarse las ganas de que el año por fin termine; 
por lo que debe finalizar 
y por lo que ¿viene?, 
 el estado de ánimo establece batallas diarias; 
cansancio, ansiedad, un poco de desaliento.

Pero luego han pasado un par de semanas
y todo eso se ha ido bien a la mierda
y tal vez no estás en la playa
pero todo aquello se ha ido a la mierda.

Y en otras semanas más
habrá que empezar todo de nuevo.
El tiempo se ordena, 
que los parió.

Feliz 2018. ¿Feliz?
Bueno, que la órbita elíptica los trate mejor.