miércoles, 13 de enero de 2016

Foals, cuelgue asegurado.

FOALS es hoy por hoy mi banda de cabecera, para todos los estados. Los descubrí hace bastante, en esas búsquedas interminables en Youtube, que vas de una banda a otra, escuchando de todo. Creo que son británicos, pero ¿a quién le importa?, la música no tiene fronteras. Tienen un sonido muy particular. Al principio, suenan como muchas bandas (todas las bandas suenan así al principio); pero a medida que les fui prestando atención —sobre todo en la calle, con los auriculares puestos, con el volumen al taco— los arreglos de las dos violas son un vuelo en sí. 

El cantante se las ingenia para arpegiar y tocar fraseos más bien cortos; para aportarle brillo y complemento a la otra viola y a su propia voz también. Su voz......tiene un timbre altísimo, sucio; que modula en los temas tranquis, pero todo pareciera siempre muy natural. A veces canta con bronca, a veces enojado, a veces con muchísima melancolía. Las teclas son las que te tiran el colchón perfecto para que la vueles tranquilo; no se distinguen, aportan a cada canción. La banda suena como una banda, sólo hay que dejarse llevar. Todo regado con efectos de chorus y delay y otros que en particular escapan a mi inteligencia técnico-musical. Suelen apagar las cuerdas cuando arpegian o frasean también, algo que me pareció genial, sabiendo que la mayoria de las bandas hoy por hoy: todo al palo, que brille, que explote. No hay grandes o largas procesiones de acordes, de hecho hay mucha repetición, es decir: mucho cuelgue. Ni explosivas distorsiones, ni el solo característico. Se salen un poco del molde, y eso siempre me ha parecido bueno. Hacen canciones, si te fijás; el violero rasguea como si estuviera tocando emocionado en un fogón, después de un faso y un par de vinitos calientes. Hacía mucho que no me pegaba tan bien una banda....., qué linda que es la música cuando no te colgás a escuchar siempre la misma música de siempre.