lunes, 27 de marzo de 2017

La Información Tuerta

El circo que se observa por (y a través) de los medios. 

Los nombres de los jueces que se van asociando (en el sentido de vincularse casi emocionalmente con las diferentes causas) con el gobierno de turno. La confusión que se genera en la sociedad sobre la figura omnipresente de la "justicia", una figura que funciona en realidad en beneficio propio, pero como una entidad regida por hombres comunes, poderosos, con intereses propios. 

La enorme dificultad que se plantea para la opinión pública (y para el Poder Judicial mismo) para disociar estas cuestiones planteadas y pensar en una idea lo más ¿humana? y objetivamente posible de justicia. 

La tendenciosa cobertura de los grandes medios de comunicación, que amparados en la credibilidad que les otorga el manejo monopólico de la información hace que las acciones de jueces que son cuestionados por sus actuaciones por otros medios no hegemónicos, luzcan como la verdadera justicia actuando. Más aún cuando la conveniencia entre jueces, gobierno y estos medios de comunicación es tripartita. 

Cometemos un gravísimo error dejándonos seducir por lo que representa ya una propaganda informativa y no un flujo de información que debería circular a través de distintas fuentes.

Detrás de la confección de un diario o de un programa periodístico hay (como en la "justicia") un grupo de personas decidiendo qué es noticia y cómo se va a presentar esa noticia ante la opinión pública; es decir: intereses.

El gran desafío de informarnos es una causa espinosa, sobre todo en esta era digital donde existen nuevas opciones para realizar un análisis propio de una realidad que padecemos todos de tantas diferentes maneras.

—Se necesita una visión cenital del mapa de la provisión de información. Se necesita una educación de los medios y una firme intuición acerca de quienes están detrás de bambalinas. De otro modo, la opinión pública no es más que una sustancia maleable, que andará a tientas en desmedro propio a merced de quienes ganen sus votos a través de un flujo sesgado de información.

—El camino es largo. Tanto como el antagonismo que nos gobierna.


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